Con la fecundación ha comenzado la aventura de una vida humana y el aborto es la interrupción dolosa del proceso fisiológico del embarazo causando la muerte del producto concepción o feto dentro o fuera del vientre materno, viable o no.
El aborto provocado es la destrucción de una vida humana en el seno de su madre
Por estas razones la Iglesia afirma categóricamente que “el ser humano debe ser respetado y tratado como persona desde el mismo instante de su concepción y, por eso, a partir de ese mismo momento se le deben reconocer los derechos de la persona, principalmente el derecho inviolable de todo ser humano inocente "la vida”
La Biblia condena el asesinato en el quinto mandamiento de la Ley de Dios: "No matarás", especialmente el asesinato del inocente. La condenación, por parte de la Palabra de Dios, de la matanza de un ser humano, especialmente del ser humano inocente, se basa principalmente en que éste ha sido creado a imagen de Dios. Es obvio entonces que, para todos aquellos que creen que la Biblia contiene la Palabra de Dios, el aborto es un pecado grave
Por último, las víctimas del aborto son los seres más inocentes e indefensos que existen. Ellos no tienen ni voz ni voto.
Usted y yo somos su única voz y su único voto. Por eso debemos trabajar, utilizando todos los medios morales, legales y pacíficos para combatir el aborto: la educación, las leyes, la asistencia a la mujer embarazada y a la que ya ha abortado, así como la oración.
Decídete a apostar a la vida, al amor verdadero, por que no hay amor que se compare al que siente una madre por su hijo.
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