Todo ser humano con sano juicio desea gozar de buena salud, no es cierto?
Asimismo, desea tener muchas cosas, felicidad, bienes, cultura, materiales, ser considerado en su trabajo, éxito en el amor. Etc. Pero cabe una pregunta ¿Qué hacemos para conseguirlo?
Nuestro cuerpo y sus funciones es la obra más maravillosa de la creación. Por ejemplo si extendiéramos la red de vasos sanguíneos que recorre nuestro cuerpo, alcanzaríamos una distancia de mas de 90,000 km. ¿Qué interesante verdad? Es decir podríamos dar mas de dos veces la vuelta a la tierra.
Sabemos de muchas cosas que nos hacen daño pero “La vida hay que vivirla, pues” dicen muchos y están caminando por allí en extremos realmente lamentables. Es cierto que humanamente es bueno darse gustos, pero con dosis de prudencia pues.
Decimos que queremos gozar de buena salud y allí estamos “viviendo la vida” y dale con los tragos hasta emborracharse y dale con los cigarrillos hasta reventarnos con un cáncer y dale con las malas noches y lógicamente el fin de semana de reglamento infaltable y bien programadito. Recuerda el que vive apurado muere apurado.
Pienso que deberíamos dedicarle más atención al funcionamiento de nuestro organismo. Nos ayudará a respetar mas el cuerpo humano y a reverenciar más profundamente a quien lo hizo.
Pero cada uno es libre de hacer y oír lo que le interesa, como el borracho de aquella anécdota: Un científico conferencista trataba de ser muy persuasivo, puso un vaso con agua y otro con alcohol puro, sacó unos gusanitos y los metió en el agua y todos vieron como nadaban saludablemente. Luego, los sacó y los metió en el alcohol puro y todos vieron con espanto como se desintegraban, ¿Qué me dicen? Dijo el doctor. A lo que el borracho respondió: muy simple mi señor, yo veo que mientras más alcohol tome tendré menos gusanos‼
Sin dejar de darnos nuestros gustitos, aprendamos a querernos más, a valorarnos más, a dominarnos más.
Quien sabe dominarse vale más que un conquistador de ciudades se nos indica en proverbios 16.32.
Asimismo, desea tener muchas cosas, felicidad, bienes, cultura, materiales, ser considerado en su trabajo, éxito en el amor. Etc. Pero cabe una pregunta ¿Qué hacemos para conseguirlo?
Nuestro cuerpo y sus funciones es la obra más maravillosa de la creación. Por ejemplo si extendiéramos la red de vasos sanguíneos que recorre nuestro cuerpo, alcanzaríamos una distancia de mas de 90,000 km. ¿Qué interesante verdad? Es decir podríamos dar mas de dos veces la vuelta a la tierra.
Sabemos de muchas cosas que nos hacen daño pero “La vida hay que vivirla, pues” dicen muchos y están caminando por allí en extremos realmente lamentables. Es cierto que humanamente es bueno darse gustos, pero con dosis de prudencia pues.
Decimos que queremos gozar de buena salud y allí estamos “viviendo la vida” y dale con los tragos hasta emborracharse y dale con los cigarrillos hasta reventarnos con un cáncer y dale con las malas noches y lógicamente el fin de semana de reglamento infaltable y bien programadito. Recuerda el que vive apurado muere apurado.
Pienso que deberíamos dedicarle más atención al funcionamiento de nuestro organismo. Nos ayudará a respetar mas el cuerpo humano y a reverenciar más profundamente a quien lo hizo.
Pero cada uno es libre de hacer y oír lo que le interesa, como el borracho de aquella anécdota: Un científico conferencista trataba de ser muy persuasivo, puso un vaso con agua y otro con alcohol puro, sacó unos gusanitos y los metió en el agua y todos vieron como nadaban saludablemente. Luego, los sacó y los metió en el alcohol puro y todos vieron con espanto como se desintegraban, ¿Qué me dicen? Dijo el doctor. A lo que el borracho respondió: muy simple mi señor, yo veo que mientras más alcohol tome tendré menos gusanos‼
Sin dejar de darnos nuestros gustitos, aprendamos a querernos más, a valorarnos más, a dominarnos más.
Quien sabe dominarse vale más que un conquistador de ciudades se nos indica en proverbios 16.32.
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