Aqui está la clave de la felicidad



Hacer lo que tenemos que hacer. Conozco a personas que “persiguen” constantemente la felicidad, quieren alcanzarla a toda costa, preocupadamente. La experiencia me ha enseñado que la felicidad la conseguimos sólo en la medida que actuemos bien, como corresponde, con coherencia y cierta ponderación, sin ansiedad desmedida pues así es justamente como no llega.

Piensa, si conduces tu familia con amor, si trabajas con entusiasmo y lealtad, te sociabilizas competentemente, tienes confianza en ti mismo, amas a Dios, actúas esperanzadamente y no te deprimes cuando las cosas no resultan, si ayudas a los demás, controlas tus inclinaciones negativas y tu lengua y en fin, si tienes alegría de vivir, eres de hecho un poseedor de la felicidad porque estás haciendo lo que debes hacer.

El conflicto existencial se suscita precisamente cuando uno no actúa correspondientemente, es decir, si fuera tu caso, cuando tu relación marital y paternal es un infierno, cuando “le sacas la vuelta” a tu empresa, no temes a Dios y eres individualista, le das en muchos momentos todo el sitio a tus temperamentalidades y flaquezas, cuando envidias y eres rencoroso, si no tienes ningún empacho en decir cualquier cosa de cualquier persona y eres incapaz de gozar con las cosas simples de la vida y no admiras la grandeza fascinante de la naturaleza, entonces “eres de hecho un infeliz y un fracasado” porque estás haciendo lo que no debes hacer y dejando de hacer lo que debes.

En el río de la vida no se avanza si se nada contra la corriente.
“En ninguna circunstancia es, más sano odiarse a sí mismo que amarse a sí mismo”

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