Malos Hábitos alimenticios



Algunos síntomas que pueden afectar el desempeño académico de nuestros hijos a raíz de los malos hábitos alimenticios son la Fatiga, dolor de cabeza, mareos, pérdida de la concentración y somnolencia entre otros.

Revertir esta situación solo es posible con una adecuada alimentación en casa.
Muchas veces la carga académica experimentada con los estudios, suele generar en los chicos ansiedad, angustia o estrés, estas reacciones los llevan a reemplazar alimentos sanos por comidas al paso que calman el apetito, pero que no alimentan.

Lo ideal es sentarse a la mesa a comer las tres comidas del día, pero la acelerada rutina los impulsa a adoptar malos hábitos alimenticios como comer en exceso grasa o azúcares y este desbalance alimenticio se acentúa cuando atraviesan por situaciones decisivas como por ejemplo: elegir que carrera estudiar. El no consumir los nutrientes necesarios puede afectar el sistema inmunológico (bajan las defensas), por eso debemos ayudarlos a corregir el problema en el hogar.

Los especialistas recomiendan a los estudiantes consumir cinco comidas al día cada 2 ½ horas. Una comida nutritiva debe estar compuesta por carbohidratos (panes, menestras, arroz, legumbres, trigos, pastas), grasas (maní, pecanas, aceites naturales o grasa de otros elementos) y proteínas (carne y pescado).

Por todo esto enséñale a tu hijo que la alimentación es su única fuente de energía, y que si deja de ingerir algunos de los nutrientes mencionados puede caer en el consumo exagerado de comida chatarra, lo que le provocará sueño, letargo, desgano y pérdida de la concentración al estudiar, al rendir un examen o al hacer cualquier actividad.

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