El Envejecimiento es una linda edad



El vernos viejos no debe martirizarnos, es también una linda edad. Aceptemos nuestros años porque no hay modo alguno de detener el inevitable ocaso del cuerpo humano, la pérdida de la flexibilidad física.

Afortunadamente y aunque perdamos los signos exteriores de la juventud, nos es posible conservar un espíritu jovial y esperanzado.

Realmente podemos mantener nuestras capacidades para la camaradería, el amor, la creatividad, la actividad intelectual y tantos otros goces de la vida.

Se ha dicho que no hay que ponerle más años a la vida sino más vida a los años y esto me parece muy válido, es más esencial.

Vivir con intensidad positiva, siempre muy ocupados, es la mejor forma de envejecer con juventud y así llegar a la entrega de la posta de la vida con las manos llenas, no como aquellos que envejecen mal, apáticos, renegones y llenos de obsoletas costumbres que nunca quisieron cambiar.

Busquemos cuales son nuestras motivaciones, nuestros motores para seguir viviendo, porque la vida merece la pena vivirla, disfrutando cada momento y al llegar a esta etapa de nuestra vida nos quedan muchos años por delante como para sentarnos en un rincón esperando pasivamente a la muerte.

El objetivo a largo plazo al desarrollar nuestro proyecto de vida es mejorar nuestra calidad de vida, es decir, llegar a experimentar un sentimiento de bienestar psicofísico y socioeconómico en el que influyen factores personales o individuales (salud, independencia, satisfacción con la vida, autoestima.

Aprendamos a envejecer con dignidad y gracia, decía un gran pensador.

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