
Hace un buen tiempo leí una impresionante decisión que decía:
Hoy comienzo una nueva vida, hoy mudaré mi viejo pellejo que ha sufrido durante tanto tiempo las contusiones del fracaso y las heridas de la mediocridad.
Hoy nazco de nuevo y mi lugar de nacimiento es una viña donde hay fruto para todos. El trabajo que he escogido está repleto de oportunidades y al mismo tiempo, está lleno de angustia y desesperación y en donde los cadáveres de aquellos que han fracasado proyectan una enorme sombra.
Sin embargo, he decidido no fracasar como los otros pues tengo en mi mente las cartas invencibles del entusiasmo y la perseverancia.
El fracaso no será mi recompensa por la lucha. ¿Qué estimulantes pensamientos, verdad? Los puedes hacer tuyos.
Lucha tú igualmente por tu Vida Nueva.
Hoy comienzo una nueva vida, hoy mudaré mi viejo pellejo que ha sufrido durante tanto tiempo las contusiones del fracaso y las heridas de la mediocridad.
Hoy nazco de nuevo y mi lugar de nacimiento es una viña donde hay fruto para todos. El trabajo que he escogido está repleto de oportunidades y al mismo tiempo, está lleno de angustia y desesperación y en donde los cadáveres de aquellos que han fracasado proyectan una enorme sombra.
Sin embargo, he decidido no fracasar como los otros pues tengo en mi mente las cartas invencibles del entusiasmo y la perseverancia.
El fracaso no será mi recompensa por la lucha. ¿Qué estimulantes pensamientos, verdad? Los puedes hacer tuyos.
Lucha tú igualmente por tu Vida Nueva.
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